GRACIAS Y ¡¡¡ HASTA SIEMPRE !!!

Cuenta una vieja leyenda china que el Abuelo de la Luna ata un hilo rojo en la muñeca de cada niño. Ese hilo está atado a otros mucho hilos, que a su vez sujetan las muñecas de todas las personas con las que ese niño está destinado a encontrarse. A medida que el bebé crece los lazos se van acortando, acercando cada vez más a aquellas personas que están destinadas a reunirse a pesar del tiempo, del lugar o de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse pero nunca romperse.

Creo que por fin he encontrado en Ledrada muchos hilos rojos que se atan a mí y que nada, nadie ni el tiempo lograrán desatarlos.

GRACIAS POR HABER VENIDO A LA BIBLIOTECA.
GRACIAS POR VUESTRO SALUDO Y SIMPATÍA.
GRACIAS POR VUESTRA AMABILIDAD Y CARIÑO.
GRACIAS POR ESOS CAFÉS Y ESAS CHARLAS.

OS ECHARÉ DE MENOS